22/5/16

Oaxaca

Visita exprés a Oaxaca. La ciudad, tomada mientras estuvimos por una manifestación-acampada de maestros (dicen que se les da muy bien manifestarse, a los maestros, en esta zona) es bien bonita, con numerosas edificaciones coloniales y calles para pasear.

Además, vimos las cascadas petrificadas de Hierve el Agua, una formación calcárea en la que se han formado piscinas naturales donde uno se puede bañar. También, el mismo día, nos acercamos a Tule, a ver un árbol que dicen que tiene el tronco más ancho del mundo, con unos 14 metros de diámetro. No sabemos si alguna secuoya será más ancha, pero desde luego este era espectacular. El proceso de producción de Mezcal y (Oh! sorpresa!) de teñido de hilo y de fabricación de tapices, redondearon la excursión (esa cochinila dándolo todo!). Información para el viajero: si no vais en temporada muy baja (cuando existe cierto riesgo de no encontrar transporte de Mitla a las cascadas de HeA), merece la pena ir por cuenta propia en vez de en tour. HeA tiene buenos accesos y no está para nada escondido, y te ahorras lo comercial del tour (ya sabéis, fábricas donde comprar cosas, un restaurante caro y alejado de cualquier alternativa, etc.). Y si vais con el tour, tomad paciencia y llevaros comida.

En el hostal Oaxaca Magic, sencillo pero bien llevado por una pareja muuuy amable, conocimos a Marino, un italiano muy majo con el que nos hubiera gustado compartir más tiempo que un café y un rato en la terraza del hostal.

También estuvo muy bien comer (dos veces) tlayudas en un puestecito en la calle. Una Tlayuda es una especie de tortilla abierta (no enrollada) con tocino frito, pasta de frijol, carne con un nombre curioso (no era res más que carne de buey, pero con nombre cool), queso Oaxaca, que es un queso que hacen extrusionado i se deshace en hilos y a elección salsa picante o guacamole. El camarero, muy simpático, nos recibió con "De dónde son? – De Barcelona – Ah, está muy lejos, no?”. Los dos días que hi fuimos. Los dos. Exactamente las mismas palabras! Jajaja! 

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Visita exprès a Oaxaca. La ciutat, envaïda durant la nostra visita per una manifestació-acampada de mestres (diuen que els mestres són addictes a manifestar-se en aquesta zona) és ben bonica, amb nombroses edificacions colonials i carrers per a passejar.

A més, vam veure les cascades petrificades de Hierve el Agua, una formació calcària on s'han generat piscines naturals en les que et pots banyar. També, el mateix dia, ens vam arribar a Tule, a veure un arbre que diuen que té el tronc més ample del món, amb uns 14 metres de diàmetre. No sabem si alguna sequoia pot ser més ampla, però el que és segur és que el aquest és espectacular. El procés de producció de Mezcal i (Oh! sorpresa!) de tintat de fil i de fabricació de tapissos, van arrodonir l’excursió. Si hi vas amb tour, pren paciència i dinar. Si no hi vas en temporada super baixa, pots fer-ho perfectament pel teu compte.

A l’hostal Oaxaca Magic, senzill però ben portat per una parella moooolt amable, vam conèixer el Marino, un italià molt simpàtic amb qui ens hauria agradat compartir més temps que un café i una estona a la terrassa de l’hostal.

També va estar molt bé menjar (dues vegades) tlayudas en una paradeta de carrer. Una Tlayuda és una espècie de tortilla oberta (no enrotllada) amb sagí cuit, pasta de frijol, carn amb un nom curiós (no era res més que carn de bou, peró amb nom cool), formatge Oaxaca, que és un formatge que fan extrusionat i es desfà a fils, i a elecció salsa picant o guacamole. El noi, molt simpàtic, ens va rebre amb “De dónde son? – De Barcelona – Ah, está muy lejos, no?”. Els dos dies que hi vam anar. Els dos. Exactament les mateixes paraules! Jajaja! 

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Express-Besuch in Oaxaca, noch eine schöne, koloniale Stadt. Hübsche Straßen, ein Spaziergang Wert. Gerade in den Tagen, in denen wir da waren, gab es eine Art „Zelt-Demo“ der Lehrer der Region (Offensichtlich sind die Lehrer Profi-Demonstranten in Oaxaca: das tun sie sehr oft, und dafür haben sie unnormal hohe Löhne), und ein Großteil der Altstadt war von deren Camps besetzt.

Wir besuchten Hierve el Agua (übersetzt „Das Wasser kocht“), versteinte Wasserfälle mit natürlichen Pools wo man auch im KALTEN Wasser schwimmen kann. Ja, kochendes Wasser, was weder kocht, noch sprudelt, und ist überhaupt nicht warm. Das ist Mexiko... Aber die Ecke ist doch schön...

Im Hostel lernten wir Marino kennen, einen netten Italiener (damit meinen wir doch nicht den einzigen!!). Schade, dass wir keine Zeit mehr hatten, als für ein Espresso und ein paar Momente auf dem Dach des Hostels.

Ein Highlight waren die Tlayudas mit schönem Ausblick an einer Art Pommes-Bude auf der Straße. Die Tlayudas sin offene (nicht gerollte) Tortillas mit Bohnen-Paste, Fleisch oder Chorizo und Soße nach Wahl (scharfe Soße oder Guacamole). Ach ja, und eine dünne Schicht fritierten Schmalz. Und Käse. Verdammt, warum sind die so lecker? Wir haben beide wieder zu genommen. Mann Mann!!

























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